martes, 6 de noviembre de 2012

Falta corazón

Así se llama el texto que preparé para el Concurso de BCN Més, Arroz Negro.
Me presenté como ilustrador pero acabé escribiendo. No me gustan nada los concursos, ni las competiciones. Javier Marías me parece un buen tipo - aunque solo he leído un libro suyo - Sus motivos son nobles pero para renunciar a un premio, en las artes, hay tantos...

En el texto que leeréis - si os apetece - hay condiciones e imposiciones, de las ajenas e incluso tiempos, pero disfrute escribiéndolo porqué lo hice por amor, por amor a escribir y para eso no necesito competiciones, ni juicios, ni votaciones. Parece al jurado no le gustó, pero que le vamos a hacer. A mi tampoco me gusto su concurso. ;)


El lápiz esta triste porque no tiene quién le escriba.
El lápiz, anarquía
ni las democracias, ni las dictaduras
ni dibujar a oscuras
cuando no miras

sus dibujos más bonitos
para pupilas ciegas.
El bulto, un tacto en una página en blanco
un esfínter inervado que se cierra o que respira
un trato,
literatura concursada, ok.

Pero la muerte, que es inanimada
sigue hablándonos constantemente

en la unidad en que la midas
por el cero o en la vida,
en la tumba de Guillaume,
o en Montjuïc con de Segarra.

¿Un texto sin editar?
Son los peligros de la informática
los que causaron su repentina muerte y
si le preguntas al lápiz, te dirá
- no necesito tinta, ni electricidad -
Ni Papasseit para dibujar, necesito jamás
más que palabras y al hablar
con un dibujo y una pluma - que mojó en el alma -
nos regaló sin concursar, revolución en caligramas.

El lápiz esta triste porque no tiene quién le escriba
pero se dibuja, una lagrima y la mira
la quiere, todavía pero la dejará caer
y tardará diez días.

Escribir es una alegría, ya sea en prosa o en poesía.

Y como el lápiz sigue triste será mejor que siga. ¡Deseadme suerte!
Agitan sus pañuelos en la orilla, las musas cuando te cambias de disciplina. Madera y grafito, carbón de leña que asoma, en la oreja del carpintero o en el bolsillo del artista. Despegamos. Y así abrió el estuche y me tocó en la mano, HB dos y medio, rojo vino y blanco hermano, negro en la punta, siete planos, aporreando teclas, pequeños interruptores mecánicos siendo pulsados, en un dispositivo informático, ni traaaazo*, NI ENERGIA, ni rastros de una umana* hanarquía*, ni buscándola encontraría - del griego καλλιγραφία - la belleza, caligrafía.

En serio ¿cuando habláis de 1.000 palabras hablabais de poesía? Imagino que ya sabíais que se puede ser rojo sin color, sin mezclar primarios, sin magenta, ni amarillo o que el azul es una ideología ¿porqué no podríamos participar en esto sin tecnología?

¿Y tengo un limite para preguntar? Por eso no me gusta hablar contigo, por eso no me gusta concursar. Paula Vázquez fué Trending Topic el otro día, más de 48 horas seguidas ¿Os acordáis cuando recogía cartas del aire en televisión? ¿Os acordáis de qué no hay nada más bonito que el azar? A cualquier cosa le llaman jugar y a cualquier mentira democracia. Patética falacia, votar y dotarle a la muerte algo de vida y a veces lo digo con desprecio, ahora que pienso - aunque sea tarde para rectificar -  y aunque razonar sea equivocarse y equivocarse ley de vida, tengo que sacarle punta al lápiz y pensar en la metáfora sexual.

El lápiz esta triste porque no tiene quién le escriba
y por eso hoy vamos a dibujar.

Toto, he visto un hombre buscando su corazón, de hojalata
Pensaba que iba a dibujar y perdió por el camino la sinceridad, su deseo, su virtud
y aquí nos están juzgando así que no utilices palabras amargas, que hasta el arroz tiene alma.
¿Que no? Te voy a explicar una historia, Toto - ¿sería este un buen nombre para un lápiz? -

Una vez le rompí el alma a un cereal.
Nunca me he vanagloriado de tener suficientes conocimientos científicos como para realizar una experiencia como la que te relataré pero en conclusión tampoco había llegado a pensar que tendría a día de hoy, en mi comedor, los indicios suficientes para creer que no sé si alma, pero corazón si que tiene en conjunto, un manojo de arroz hervido en un tarro de cristal. Como viene a ser normal, en un piso de trogloditas es dieta habitual cocinar arroz dado su bajo precio y fácil ejecución. La cosa es así de simple: La última vez que comimos pan de chinos rebajamos sensiblemente nuestras ya de por sí escasas raciones para depositar en sendos - dos -recipientes de cristal del mismo tamaño aproximado, la misma cantidad aproximada de arroz hervido en cada uno.

Llegados a este punto, tendremos dos frascos con arroz hervido dentro.

Acto seguido procedí a estigmatizar con una nota cada recipiente, optando en mi caso por enganchar sendos post-its en la base de cada cual. Escribí en uno la palabra 'AMOR' y en el otro 'ODIO' y acompañé la primera nota con el sencillo dibujo de un corazón, en línea y sin relleno, por el puro vicio de alterar el experimento como espectador; confiando así que tal y como altera la crítica una micro-novela - y cualquier obra plástica que se plazca - hiciese el experimento más humano y en consecuencia, científicamente más fiable.

Finalizada así la fabricación de aquellos particulares sujetos de laboratorio, intervení en el proceso con entes externos a modo de estímulos negativos y positivos. Es decir, insultando diariamente al arroz del odio y felicitando y aplaudiendo al del amor.

Las dos - permitirme que les llame obras - compitieron bajo la misma humedad, las mismas condiciones de latitud, tiempo y temperatura relativa e incluso os podría asegurar - en el caso de que asegurará que un frasco de cristal puede escuchar - que cuando le ladraba a un arroz el otro escuchaba, y aún así, en 10 días fue evidente como el 'ODIO' se iba pudriendo y no el amor - ESE AMOR - os lo digo de verdad, seguía igual.

Y así Toto, repetiré el experimento cambiando la ubicación de los frascos y sea dicho de paso seguiré sometiendo a los arroces con diferentes estímulos musicales; una selección de canciones para hacer el amor y otras para hacer el odio - intentaré reunir toda la coherencia emocional necesaria para tan duro proceso selectivo - como lo hacéis vosotros ahora ¡supongo! Llegados a este punto - del concurso - os recomiendo - a cuenta de esta  experiencia que os he explicado de primera mano - que os deis un beso, o un abrazo. Que os pongáis un buen disco de Stan Getz, por ejemplo, y si tenéis un post-it cerca os lo colguéis del pecho con un culo al revés dibujado.

<3

¡Escribir no es una carrera de caballos!

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